Siempre tuve para mí que beber de la guitarra y el canto es abrevar en el agua pura y fresca del alma. Y como siempre ando con sed...

De lo mejor de la vida

Se me está haciendo la noche / en la mitad de la tarde / no quiero volverme sombra / quiero ser luz y quedarme. 


Cuando Daniel Reguera escribió esas palabras para su "Quiero ser luz", una de las más bellas zambas que se hayan compuesto, sabía que iba a morir pronto. Estaba apenas en la mitad del camino cuando una cruel enfermedad le hirió de muerte el cuerpo y el alma. Pero su corazón poeta y guitarrero hizo que ese dolor se convirtiera en algo bello, algo que trascendería a la oscura muerte para ser por siempre una luz que brillara en cada cantor, en cada guitarra.

Seguramente, para todos los que pulsamos una encordada, esos sublimes, luminosos versos de Daniel habrán de ser los que nos alumbren, también, cuando se nos haga la noche del silencio final.

Gracias, querido poeta.



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1 comentario:

Los del Espinillo dijo...

Muy bien lo dijiste. Así deberá ser.
Abrazo, chango.

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